sábado, 10 de diciembre de 2016

La cuarta Navidad

Tres años aquí en nada y la cuarta Navidad que pasamos fuera. Es gracioso porque conservamos este arbolito como oro en paño. No tiene nada de especial a la vista, pero cuando nos mudamos a esta casa, la casera nos lo había dejado puesto junto a un jarrón con ramitas de tejo y acebo a remojo. Nos pareció todo un detalle. Aparte, nos había comprado algo de comida porque llegábamos por la noche y tenía miedo de que no estuviéramos a tiempo de comprar nada. ¡Qué cosas, oiga!



Un recuerdo entrañable, sin duda alguna. De las dos tarjetitas que se ven al pie del árbol (la foto es de 2013), una es de la casera y otra de una vecina con la que mantenemos esta correspondencia cada Navidad pero que todavía no hemos podido conocer en persona. Vive unas cuantas casas más allá pero no falta a su cita anual con la ranura del buzón. ¡Suena divertido!

martes, 15 de noviembre de 2016

¿El feisbu mató al blog?

Vivimos con tanta prisa que apenas digerimos toda la información que nos llega diariamente a través de tantos y tantos medios… Hacía yo esta reflexión el otro día al desempolvar el viejo blog. Cuando empecé a escribirlo hace la friolera de nueve años ya, un grupillo de blogueros nos leíamos mutuamente, nos dejábamos comentarios e interactuábamos entre nosotros. La mayoría no nos conocíamos en persona y estábamos a cientos de kilómetros de distancia unos de otros. Hoy eso se sigue haciendo pero a través de la redes sociales. Incluso algunos de ellos "sobreviven" en mi twitter personal. ¿Qué demonios ha pasado?

¿Ha matado el Facebook al blog? No me atrevería a asegurarlo pero desde luego, las redes sociales sí que han cambiado la forma que tenemos de compartir y comentar hechos o relatos. Ahora a todo lo llaman viral. Alguien ve una foto. Un par de clics oportunos y la lanza a un grupo. De ese grupo alguno la recoge y la relanza a otro grupo distinto y así vamos tirando hoy día, como con aquellas cadenas de email de antaño que te prometían 8 años de mala suerte si no reenviabas a tus contactos, claro que sin maldiciones de por medio, lo cual es un avance. Por cierto, ¿ha pasado ya la mala racha que me prometían? Decidme que sí, pofavó.

Con las redes sociales se premia lo rápido. No hagas a la gente leer. Nadie va a dedicar más de medio minuto a algo largo... o sea, de más de 6 líneas (salvo que le interese mucho o sea un texto relacionado con su campo de trabajo, por ejemplo). Por eso ahora, cuando te sugieren que te hagas un blog para seguir siendo un escaparate al mundo (algo que recomiendan en profesiones relacionadas con los medios o con la publicidad), la cosa se pone cuesta arriba. Ah. Un blog. ¿Y sobre qué? ¿Alguien acaso va a dedicar tiempo a leer mis entradas? Eso era antes. Ahora la gente pide un meme gracioso, algo que compartir con sus contactos, o una foto bonita (u horrible) que no requiera más que un simple clic a modo de corazoncito. Twitter es tres cuartos de lo mismo, solo que con caracteres limitados. Algo así como esos SMS que enviábamos cuando éramos jóvenes (ejem), buscando acortar, inventando abreviaciones, escribiendo auténticos acertijos sin vocales. Es que ni eso se usa ya. Ahora todo son guasaps. Aunque yo soy más de Telegram, para qué negarlo.

¿Quién tenía Fotolog? ¿Y MySpace? ¿Y Tuenti? ¿Y... GooglePlus?

Un capítulo aparte merece el fenómeno de los youtubers. Pero eso otro día. Que si no, no me leéis. ;)

Y como me siento mayor, hoy la cosa va de nostalgia. Facebook killed the Blogger Star?


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Hace mucho, mucho tiempo…

Yo tenía un blog en España. No me daba tanto trabajo ni era tan exigente como una granja en África, pero creo que se entiende el paralelismo chorras. Lo cerré por varias razones. Imagino que la principal fue el hartazgo y el tener que hacer las cosas casi por obligación, en lugar de disfrutar un poco con lo que quería contar cada vez que me ponía con un post. Claro que… tampoco mi estado de ánimo por aquel entonces era como para tirar cohetes. Pasaron muchas cosas. No las olvidé pero la distancia cura.

Un buen día (algo más de un año después de chapar aquel blog) decidimos hacer las maletas y pirarnos. No con lo puesto pero casi; un par de maletas y unas cuantas cajas que llegarían días más tarde a nuestro nuevo destino: el Reino Unido.

Han pasado casi tres años. ¡Eso sí daba para blog! Pero ya hay cientos de cuadernos de bitácora perfectamente documentados contando todo lo que da de sí este país. Así que, forzando un poco-bastante el juego de palabras, nace La Patatuca, que viene a ser algo así como La Patata Piloto en UK en modo sintético.

Espero tener mucho que contar. De nuevo.